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Sí bemol. Acordes del Obradorismo.         

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Mtra. Claudia Balderas García

Llegar a la toma de posesión del Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos, no fue una caminata fácil para Andrés Manuel López Obrador, cualquiera diría que su necedad, que no su perseverancia, le permitió construir caminos donde no los había, algunos intransitables, otros que obstaculizaron el paso de los otros y algunos más que a su paso por ellos le forjaron en su andar.

El sábado pasado el candidato y el presidente electo, quedaron atrás, pero las formas, las manías y el discurso siguen acompañando al Presidente Constitucional que hoy inicia su séptimo día. La transferencia del poder, fue en su mayoría el acto protocolario tradicional, la recepción de los presidentes, la lectura de la protesta, la entrega de la banda presidencial, un largo discurso, el himno nacional, la salida del expresidente y las muchas fotos y abrazos. Pero, hubo algunos detalles que hicieron la diferencia; el conteo de los 43 por parte de la oposición, mientras que el Presidente guardó silencio, escuchó y continuó; la confrontación en directo a la misma oposición que exhibió sus cartulinas solicitando la baja al IVA y a la gasolina, a la que sin ninguna cortesía, el Presidente contestó con un: “ahora resulta que los que aumentaron el precio a las gasolinas, están pidiendo que baje” y por último, la mención arriesgada de cada uno de los invitados especiales que dio lugar al protagonismo de propios y ajenos.

 

De la comida con los invitados especiales no se supo mucho, lo tangible fue la numerosa presencia de representantes de alto nivel de todos los continentes, lo que también hizo evidente el arduo y detallado trabajo de Marcelo Ebrard Casaubon, que sin tener el cargo de jure, mostró de facto, lo que su talento y visión pueden alcanzar, la asistencia de los diferentes actores internacionales fue una pequeña muestra de lo que será en el futuro nuestra Política Exterior, diversa, dinámica y con objetivos muy claros que no sólo miran a nuestro vecino del norte, sino que apuntan a fronteras que en otros tiempos no habríamos imaginado.

La tarde fue esplendorosa, un cielo azul radiante, un sol majestuoso y en la plancha del zócalo, miles y miles de ciudadanos que acudieron para acompañar a su ungido en la entrega del Bastón de Mando por parte de los 68 pueblos indígenas del país. Andrés Manuel caminó desde Palacio Nacional hasta el escenario y entonces fue limpiado y purificado, parecía un ritual conocido, pero esta ceremonia no fue nada común, no había un guion, ni un código de vestimenta, ni mucho menos se tenía considerado que el Presidente llegara al punto de ser quebrantado por el médico que sollozante le hablaba; para quienes lo vimos, fue un momento estremecedor, quizá dirán ya algunas voces “por favor era parte del show” y tal vez sí, pero fue vibrante, como un sí bemol.

Tres acordes más…

En Do mayor, han sido estos primeros días, intensos y con mucha energía, pero sobretodo cargados de congruencia y valores, al Congreso de la Unión llegó en su auto, sin mayor seguridad que su ayudantía y en todo el recorrido, cercano a la gente, eso es humildad, aunque se le acuse de lo contrario. El domingo ante el Ejército y la Marina, recibió la lealtad de las fuerzas armadas, misma lealtad que sin duda tiene para el mismo, los suyos y el pueblo mexicano. Y de la honestidad ni que decir, la historia ya le juzgará; pero como idea, es una palabra que alude todos los días, lo hizo desde su discurso en el Congreso “nosotros queremos convertir la honestidad y la fraternidad en forma de vida y de gobierno” y lo hace todos los días, como quien a fuerza de repetir lo que dice, hará que México y los mexicanos seamos honestos.

Fa sostenido, ha sido la férrea disciplina de nuestro Presidente y en la que sin duda, han tenido que sumergirse sus colaboradores, los medios y todo aquel que pretenda seguirle el paso, primero porque sus días en lo público comienzan a las 6 de la mañana, la Conferencia de Prensa a las 7, en la que permanece de pie por más de 60 minutos y de ahí una agenda rigurosamente planeada. Segundo, porque se comprometió a no ser un Presidente de escritorio y desde el domingo viajó a Veracruz y hoy lo estará haciendo a Nayarit, nadie le exige que vaya, sólo él es capaz de ser constante y de buscar a fuerza de visitar cada rincón de nuestro país, tener el dominio sobre lo que sucede. Tercero, porque en sus reglas del juego para tener “las riendas del poder en las manos” como el mismo lo dijo, da seguimiento a cada uno de los asuntos públicos y el seguimiento por supuesto, es clave.

Por último, en Sol y haciendo referencia al texto en español que da nombre a esta nota, que Dios “perdone la falta” de los medios de comunicación y de sus representantes, que no han sido capaces de sacarle jugo a las conferencias de prensa matutinas, se presentan sin información del tema en turno, son repetitivos y no logran construir ese diálogo circular al que se les ha invitado. Han tenido a los representantes de diferentes instancias y de nada ha servido, porque no les han puesto a temblar con ningún planteamiento, ojalá que en breve eso cambie.

Hoy es apenas el séptimo día, hay muchos minutos por recorrer y tal parece que como el mismo Andrés Manuel lo dijo: “6 años tendrán que trabajarse tan intensamente como si fueran 12, sino lo hecho no será suficiente para cambiar la historia”, para el renacimiento de un México diferente y maduro, para la tan sonada “Cuarta Transformación”.

Hasta la próxima

*Claudia Balderas García, es Maestra en Psicología Organizacional por la UVM, Directora del Centro Cultural ForjArte; se ha desempeñado como Coordinadora de Operación, Seguimiento y Evaluación en la Dirección General del IASIS CDMX, Subdirectora en la Subsecretaría de Participación Ciudadana en la CDMX, entre otros cargos dentro de la Administración Pública.

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